Cuando Reino Unido ajustó cuentas con China por un tema de drogas
Tal día como hoy, Reino Unido se quedo con Hong Kong después de unas desavenencias derivadas por el tráfico de opio
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Cuando los británicos ajustaron cuentas con los chinos
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En los años 80 vimos como Ronald Reagan, que era entonces presidente de Estados Unidos, declaraba una “guerra contra las drogas”. No me consta ni que tal guerra haya terminado ni que los yanquis la hayan ganado, pero es bastante más fácil de justificar que la guerra a favor de las drogas que tuvo lugar unos 150 años antes.
Quien tuvo un mal 5 de septiembre en 1839 fue el Imperio chino. Porque ese día empezó el conflicto que ha pasado a la historia como “la Guerra del Opio”. En el título ya tenéis una buena pista de cuál fue la causa de que el Imperio británico declarara la guerra a los chinos. En el siglo XIX los británicos importaban del gigante asiático todo tipo de productos, como el té, la seda o la porcelana, y esto hacía que las reservas de plata de los europeos se fueran a los bolsillos chinos.
Para poner remedio a esto, los ingleses tuvieron la brillante idea de empezar a cultivar opio en la India para exportarlo a China y así recuperar el equilibrio en su balanza de pagos. El hecho de estar destrozando vidas evidentemente les pareció una consideración menor.
Pero claro, a las autoridades chinas no les pareció nada bien que los occidentales estuvieran importando una epidemia de drogadicción a su país. Así que primero le pidieron por carta a la reina Victoria que asumiera la responsabilidad moral de parar este tráfico impúdico, y cuando esta no contestó, empezaron a confiscar el opio de los almacenes europeos.
Los británicos, izando la bandera del libre comercio para justificar sus acciones, bombardearon diversos puertos chinos hasta que consiguieron la rendición de su adversario. Le impusieron que dejaran introducir libremente la droga y se quedaron con Hong Kong de propina.
Vamos, que las drogas son malas, excepto cuando son buenas para el imperio dominante.