La destrucción del templo de Jerusalén

España

Hoy, hace 1949 años, el 30 de agosto del año 70, fue destruido por los romanos el templo de la ciudad de Jerusalén. Cuatro años antes, en el 66, los judíos habían medido bastante mal sus fuerzas y las de sus invasores romanos, y se habían levantado en armas para echar a los ocupantes extranjeros. Pese a que inicialmente consiguieron poner en jaque a los ejércitos imperiales, el emperador Nerón mandó a sus generales Vespasiano y Tito para que restablecieran la Pax Romana con la mayor violencia posible. Nerón fue asesinado antes de ver completada su misión, pero sus generales no aflojaron en su campaña. No tuvieron suficiente con aplastar la revuelta: decidieron destruir el lugar más sagrado de la religión judía: el templo. Y eso hicieron el 30 de agosto, cuando la revuelta estaba ya prácticamente acabada.

Del enorme templo sólo quedó una pared, conocida hoy en día como Muro de las Lamentaciones, por los litros de lágrimas vertidos por los judíos por su templo perdido. Por poco que estéis al tanto de la política de Oriente Próximo, sabréis que dentro del perímetro de lo que era antes el templo encontramos ahora la Explanada de las Mezquitas, algo que provoca constantes roces entre los fieles de las dos religiones.

Por otro lado, si visitáis Roma y queréis ver el arco que erigieron los romanos para celebrar la destrucción del templo, lo encontrareis en el foro romano. En el Arco de Tito podréis observar a los soldados romanos llevándose los tesoros judíos. Es improbable que esos soldados pudiesen sospechar que sus acciones seguirían de actualidad cientos de años después de la desaparición de su imperio.