Pervertidos deliciosamente perversos
El 24 de julio es la fecha en la que los aficionados al sadomasoquismo celebran su día grande.
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Una pareja iniciandose en el BDSM. / Getty (GETTY)
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Madrid
A una de estas siempre se llega con un poco de miedo. No sabes con lo que te vas a encontrar. No sabes si estarás a la altura. Te apuntas con ganas, pero también con dudas. Nadie nos enseña qué es el sexo duro hasta que no queremos meternos en esa cama. En estos casos, permítanme, recomiendo juntarse con los que saben. Esos que además de pervertidos, consiguen ser deliciosamente perversos.
"No veo el momento en el que, justo antes de desnudarnos, me digas hablándome cerca del oído con esa voz que tienes, cuál es tu palabra de seguridad, cuáles son tus límites y qué quieres que te haga (o hacerme) exactamente". Semejante frase sirve mucho de ayuda si lo que quieren es iniciarse con alguien. Obligas a que se imaginen cuáles van a ser sus propios límites. Hasta dónde estás dispuesta a llegar.
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Si se van a quedar, como siempre, en ataduras al cabecero de la cama. O dejarán, que esta vez, hagan de la perversión de los cuerpos, la mejor de las armas. Para que le hagan y se dejen hacer. ¡Para que se exciten hasta suplicar basta! Para que, si llegan hasta el final, no les quede ninguna duda de cuáles son, de verdad, las fronteras que quieren en esa cama.
El 24 de julio es la fecha en la que los aficionados al sadomasoquismo celebran su día grande. Esclavos y amos las 24 horas al día, los siete días de la semana...
Perversiones sexuales de un verano ardiente