Cómo Youtube nos mete en la madriguera del conejo
El periodista Javier Salas nos explica el funcionamiento de la plataforma de vídeo
Cómo Youtube nos mete en la madriguera del conejo
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Madrid
Entras en Youtube a ver un vídeo y al final acabas reproduciendo la lista que te va recomendando: explicaciones pseudocientíficas, teorías conspiranoicas, remedios para enfermedades que no tienen ninguna validez… El contenido que aparece no es casualidad. Los anglosajones llaman a este fenómeno 'la madriguera del conejo'. Hoy en La Ventana, el periodista Javier Salas nos explica por qué y cómo sucede esto.
En el reportaje para El País que publican hoy Jordi Pérez Colomé y Javier Salas, Así caemos por la espiral tóxica de Youtube, extraen una serie de conclusiones sobre este buscador. “El algoritmo detecta que lo que nos gusta son determinadas cosas que nos mantienen más tiempo viendo vídeos”, cuenta Salas. Por eso, “los primeros contenidos son legítimos”, pero luego te muestran los que saben que te van a enganchar, aquellos en los que justo lo que quieres escuchar está al final.
El problema de esto es que esos vídeos que atrapan al usuario suelen contener mensajes xenófobos, falsos o extremistas. “Todo lo que ha pasado de radicalización de gente en otras redes sociales terminaba en un enlace a Youtube que es donde te daba la charla entera”, comenta Javier.
La temática de los contenidos ‘ilegítimos’ depende de cada país, “nuestro fenómeno ha sido siempre más el de la salud que el del extremismo político que, por ejemplo, en Estados Unidos sabemos que ha radicalizado a gente que ha cometido atentados”, declara Salas.
Como a más minutos de visualización, más publicidad te pueden mostrar, la plataforma no ha tomado medidas: “En Youtube hace tiempo se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo y ellos tomaron la decisión de no tratar de domar el algoritmo, de no evitar que nos mostrase esos vídeos extremistas porque era el modelo de negocio, porque así se están forrando” expone el periodista.
Es posible que quien reproduce ese contenido tenga muy claro que es una falacia, pero, como dice Javier Salas, “simplemente con estar expuestos a ese tipo de vídeos ya empieza a resonar tu conciencia de lo que es la realidad. Empiezas, por lo menos, a perder confianza”.