El balón de la investidura
Josep Ramoneda analiza las palabras de Rajoy respecto al futuro Gobierno, la relación entre EEUU e Irán y la reacción del Elíseo a las palabras de Albert Rivera
Barcelona
Lo importante es conformar un gobierno pronto, ha dicho Mariano Rajoy, que por una vez, y sin que sirva de precedente, ha salido de su silencio postpresidencial. O sea, que hasta Rajoy da prisa Sánchez que últimamente parecía contagiado por la flema de su antecesor. No se entiende muy bien por qué el presidente insiste tanto en entretener el balón de la investidura. Más sabiendo que por mucho que espere no conseguirá que Rivera le facilite las cosas. Llevamos ya demasiado tiempo en estado de gobernanza interina. Y Pedro Sánchez tiene que dar el paso a la izquierda que las urnas han señalado. No hay otra salida. Los acuerdos para los nuevos gobiernos de Baleares, Canarias y La Rioja van en esta dirección. Esperemos que sean indicio de que la larga espera llega a su final. Hay que tomar decisiones urgentes, es decir, gobernar.
Albert Rivera parece atrapado en su propio laberinto, con señales de pérdida de noción de la realidad. ¿Cómo se le ocurre decir que Macron le ha felicitado por sus alianzas con Vox y con el PP? Como no podía ser de otra manera, le ha valido un desmentido oficial. Con la presidencia de la República francesa no se juega. ¿Tendrá razón Francesc de Carreras cuando dice que se ha convertido en un adolescente caprichoso?
Los juegos de guerra siempre son una irresponsabilidad. Trump la toma con Irán y los iraníes responden. ¿Cómo reaccionará un personaje vanidoso como el presidente americano? Conocidas son sus doctrinas de la venganza y de la humillación del adversario. ¿Será capaz de soportar las provocaciones o caerá en la trampa de responder con las armas? Trump ha iniciado una larga campaña electoral. Su carta: la defensa de Estados Unidos como inabordable potencia ante la amenaza China. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar?
Dos frases con las que el diario inglés The Guardian ha acogido la creación de la moneda Libra por parte de Facebook. Este gigante de las redes sociales se está convirtiendo en un casi gobierno. Y los siervos digitales del futuro quizás recuerden esta fecha como un momento de no retorno.