Defensas al ataque
Pocos especialistas discuten el esfuerzo de seriedad y garantismo realizado por el tribunal
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Las defensas arrastran la banca en el final del juicio del procés, que hoy celebrará en principio su jornada 52 y última. Primero, experimentan un ataque de realismo: ya van aceptando que sus clientes sí cometieron delitos de desobediencia. Y en algunos casos, incluso que hubo desórdenes públicos, aunque no dicen a quién colgarlo. Este realismo se dobla con un trato más cortés y respetuoso a la Sala, incluso por parte de los más levantiscos.
Segundo, arrecian su ofensiva por la brecha que ha dejado el cúmulo de defectos de la tarea de los fiscales. Ponen en evidencia sus fallos, por ejemplo en la acusación a Jordi Sánchez. Y sobre todo, niegan el delito principal que se atribuye a sus clientes, la rebelión. O porque no cumplió el requisito de alzamiento armado; o porque no desplegó una violencia suficiente para doblegar al Estado.
Tercero, esta estrategia se completa con la crítica a las dificultades que han tenido para realizar la tarea de defender; o con la enmienda a la totalidad del juicio. Es el punto más débil de los abogados. Pocos especialistas discuten el esfuerzo de seriedad y garantismo realizado por el tribunal.
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Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...