Borja Fernández reitera su inocencia y la del resto de sus compañeros

Este lunes por la noche el periódico 'El Mundo' sacó en exclusiva una información según la cual habría grabaciones, las más destacadas del ex jugador Carlos Aranda, que demostrarían que siete futbolistas del Real Valladolid habrían sido comprados para dejarse perder ante el Valencia.

Ante esta información, Borja Fernández, jugador investigado por la 'Operación Oikos' y que fue puesto en libertad con cargos tras declarar, habló con José Ignacio Tornadijo, jefe de deportes de la Cadena SER en Valladolid, para reiterar su inocencia.

"Nosotros no hemos hecho nada malo, tienes mi palabra", aseguraba Borja en conversación privada con José Ignacio Tornadijo. El futbolista tiene ganas de aclarar la situación pero ha prometido al club no hacer declaraciones por el momento.

Además, según dicha información, en una barbacoa celebrada en casa de Keko se mantuvo una reunión en la que se decidieron cosas importantes respecto a ese supuesto amaño. "Tres de los jugadores que fueron a la barbacoa ni jugaron, y para mí era el partido de despedida...", confesaba Borja a Tornadijo.

La información de El Mundo

Orfeo Suárez y Esteban Urreiztieta, los dos periodistas de 'El Mundo' que sacaron la información mencionada anteriormente, pasaron por 'El Larguero' para contar algunos detalles de lo publicado.

"La conclusión a la que ha llegado la Policía y que va en la línea que sostiene el Juez Instructor es que el Valladolid-Valencia estaba amañado por varios jugadores del Valladolid, sobre todo a raíz de las grabaciones de Carlos Aranda, a quien le tenían pinchado el teléfono", comentó Orfeo Suárez.

Aranda da instrucciones en dichas grabaciones acerca de lo que deben hacer para ganar dinero. "Carlos Aranda sostiene que hay que apostar a que gana el Valencia en el primer tiempo y en el segundo y posteriormente que había siete futbolistas del Valladolid comprados. Estas grabaciones llevan a la conclusión de que se había producido un amaño de ese partido".

De hecho Aranda está tan seguro de toda esta operación que aconseja a una empleada suya que apueste. "El mismo día del partido llama a una empleada de su propia sala de juegos para tener un detalle con ella y le dice que apueste 10.000 euros, que se va a llevar 20.000 euros".