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La capacidad más misteriosa del ser humano

La música podría desaparecer y nuestra especie seguiría siendo igual...¿o no?

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Madrid

Desde el punto de vista de la evolución, la música es una incógnita para la ciencia. El propio Darwin escribió que hacer música y ser capaz de disfrutar de ella eran las facultades más misteriosas del ser humano, pues su utilidad no está del todo clara. Así como el canto de los pájaros tiene ayuda a la adaptación como herramienta para el cortejo, en la agresión, en la delimitación del territorio…, la música humana no se comprende tan bien.

 La física y divulgadora Almudena Martín Castro, también pianista, cuenta cómo para entender las emociones que nos provoca la música hay que recurrir a la física. “Las notas graves nos sugieren peligro porque en la naturaleza esos sonidos los emiten animales que suponen una amenaza para nosotros. Del mismo modo, nuestro oído no percibe tonalidades demasiado agudas porque ningún ser vivo tan pequeño ha supuesto un peligro para nosotros”, explica. A la pregunta de por qué el ser humano crea música, ni siquiera en la actualidad parece haber una respuesta clara. “Yo no tengo la respuesta. Hay corrientes que dicen que no tiene una función específica sino un accidente derivado del lenguaje. Las teorías más actuales sostienen que tiene una función clara de cohesión social. Y no nos podemos olvidar de otra posibilidad: la música sirve para ligar, como factor de selección sexual. Hay estudios que lo han demostrado”.

Almudena Martín Castro, física, divulgadora científica y pianista

Almudena Martín Castro, física, divulgadora científica y pianista / UBU

Almudena Martín Castro, física, divulgadora científica y pianista

Almudena Martín Castro, física, divulgadora científica y pianista / UBU

 No sabemos con certeza por qué componemos estructuras musicales, lo que sí está claro es que la musical es una actividad universal y con la que experimentamos placer. Y lo más importante: sabemos por qué se nos graban a fuego las canciones del verano y las escuchamos sin parar hasta bien entrado septiembre. “Ocurre por las llamadas expectativas musicales: nuestro cerebro intenta predecir todo el tiempo qué nota viene después. Es un juego. Escuchar música es una actividad mucho menos pasiva de lo que parece”. No hay escapatoria.

Isabel Bolaños

Isabel Bolaños

Es productora y guionista de ‘A vivir que son dos días’ desde 2016. Se graduó en Periodismo y Comunicación...

 
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