Por imperativo legal
Madrid
A muchos les molestarían las fórmulas variopintas con la que los nuevos diputados independentistas prometieron la Constitución. A veces con exordios muy largos. Incluso un poco pelmas. Que si lo hacían desde el apoyo a la república; que si porque eran fieles al pueblo catalán; que si a los exiliados de aquí o de allá… en fin, paciencia. Y todos acababan con el estribillo inventado por los batasunos, vamos, que juraban “por imperativo legal”.
Algunos, como Albert Rivera, se pusieron incluso estupendos y pretendieron que la nueva presidenta dejara a Oriol Junqueras y compañía sin postre ni café. Estuvo más fina y cinturosa su segunda de abordo, Inés Arrimadas, que se dio sonoros besos con Josep Rull, pues lo valiente no quita lo cortés.
Pasado el susto, un susto que más bien es sustito, porque no sorprende (y además es legal) uno acaba pensando que esto del imperativo legal no será tanta desgracia. Al fin y al cabo más vale prometer solemnemente que se acata la Constitución, aunque sea con esa coletilla… Mejor acatarla que atacarla, ¿no?.
Y al cabo, ¿acaso no aguantamos tantas cosas, incluidos esos juramentos, por imperativo legal? Así que al mal tiempo, buena cara. Y buen humor. ¿No les parece?
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Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...