Una legislatura endemoniada

undefinedVÍDEO: Pablo Palacios
Madrid
Hoy comienza la décimo tercera legislatura de la democracia y lo hace en circunstancias especiales, con la chirriante anomalía de cinco electos en prisión preventiva y a cuatro días de una cita electoral con tal cantidad de puntos de interés que uno no sabe a dónde mirar.
Hay coincidencia en conceder especialísima importancia a las ciudades de Madrid y Barcelona en las municipales, a la Comunidad de Madrid en las autonómicas y al peso de la extrema derecha en las europeas. Pero en cualquier caso la legislatura va a ser una prueba de fuego para todos, en especial para el PSOE y para Pedro Sánchez, hace un año desahuciados, y que van a tener que llevar un peso muy difícil.
Quiero decir: responsabilidad casi absoluta con poder muy relativo, tanto en la administración central del estado, como en las comunidades que quedarán a su cargo, con voto decisivo en Navarra, donde dilucidar el rumbo es asunto muy serio y abanderando en Cataluña, con todos sus rivales al acecho, un proceso de diálogo tan necesario como lleno de riesgos. Y con más carga en Europa: por un lado, por voluntad propia después del pasotismo de Rajoy; y por otro, por su condición de depositario de la última esperanza socialdemócrata europea en un momento delicado de muy probable desaceleración económica. Una tarea mayor para un PSOE que tendrá que serlo.
A la espera de los resultados del domingo, bueno será que la familia socialista cierre filas y que Sánchez se disponga a rodearse de los mejores, afinidades aparte, porque la legislatura promete ser durísima.