Los excesos verbales de la derecha pierden credibilidad

Madrid

Esta mañana, de golpe, la radio ha sonado como si nos hablara desde el siglo pasado. Ana Terradillos ha entrado en el Hoy por Hoy para contar la detención de Josu Ternera, el que fuera jefe político de ETA y que llevaba 17 años fugado. Más de 50 años en la banda terrorista, protagonista de los peores años de ETA y, en su haber, entre otros atentados, cuatro causas tiene pendientes en España, el de la casa cuartel de Zaragoza, que costó la vida a 11 personas, entre ellas seis menores. Paradójicamente fue también quien puso voz al comunicado que anunció el fin de la banda.

Con ETA desarticulada, su detención en plena campaña electoral tiene un efecto letal para algunos de los argumentos utilizados contra Pedro Sánchez, a quien la campaña se le está poniendo cuesta abajo. El mantra de los pactos de Sánchez con los etarras pierde credibilidad con la detención del jefe de los etarras. Como pierde credibilidad también el mantra de los pactos con los independentistas tras el no a Miquel Iceta para que ocupe una plaza de senador autonómico y, posteriormente, pudiera ocupar la presidencia del senado.

Los excesos verbales tienen ese problema, que la realidad puede desbaratarlos, aunque quienes los cometan sean reacios a cambiar los argumentos. Los pactos con etarras e independentistas fueron las acusaciones que más lanzaron PP y Ciudadanos contra Sánchez en la anterior campaña. Sin estos argumentos quizás tendrán que centrarse ahora en los problemas reales de la gente.