Tensión en el juicio

Madrid
La vista oral del “procés” registró ayer su jornada más tensa. Estuvo a punto de generar una fuerte crisis. No es que hasta ahora todo haya sido plácido. Pero las 43 jornadas anteriores solo de vez en cuando registraban altercados verbales de geometría variable entre la presidencia, los fiscales y los demás acusadores, y los abogados defensores.
Pero ayer casi explosiona la tensión acumulada. El presidente de la Sala, Manuel Marchena, suele combinar cierta dureza con bastante manga ancha: la dispensa incluso ante discursos muy políticos. Pero ayer interpretó que la filósofa Marina Garcés, testigo de las defensas, explicaba demasiadas impresiones personales, por encima de los datos que proporcionaba, y la cortó secamente en varias ocasiones. En realidad, otros testigos, tanto policías como manifestantes se han explayado aquí, en el Tribunal Supremo, sobre sus miedos, sus alegrías, sus preocupaciones, sus emociones de todo tipo.
Hubo un momento aún peor, con un abogado de Manresa que quería declarar en catalán, lo que no está contemplado. Fuentes del Supremo filtraron su malestar. Pero no por el contenido de la pretensión, la utilización o no del catalán. Sino por la forma en que lo planteó, que entendieron como un desafío a la autoridad de los magistrados.
Mejor será que este tipo de tensiones no se repita demasiado.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...