Gravesen: "En mi caso jugar a videojuegos es un trabajo"
La industria del videojuego facturó en España 1530 millones de euros el año pasado, el doble que el cine.

Gravesen: "En mi caso jugar a videojuegos es ya un trabajo"
05:09
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Ganar dinero y poder vivir de jugar a videojuegos es una realidad para miles de personas en España. Una de ellas es Jaime Álvarez, conocido como Gravesen, tiene 21 años y es uno de los mejores gamers de España, uno de los que contribuye a que esta industria haya facturado en España el doble que el cine: 1.530 millones de euros el año pasado.

Jaime Álvarez, durante una entrevista en la Cadena Ser / Cadena Ser

Jaime Álvarez, durante una entrevista en la Cadena Ser / Cadena Ser
"Dedico entre 4 y 6 horas a diario a jugar, más unas 10 durante los fines de semana que es cuando son las competiciones", explica a Hoy por Hoy recién llegado de Atlanta dónde ha acabado entre los 8 mejores jugadores en un torneo en el que han participado millones de personas. "Para mí, jugar se ha convertido en un trabajo, aunque no deja de ser una pasión porque en realidad esa pasión es la que mueve la industria", explica.
Jaime recibe una beca de la Universidad Católica de Murcia como otros deportistas de disciplinas más clásicas como el atletismo o la natación. "Poco a poco más instituciones se dan cuenta de lo que mueve esta industria", explica.
Dedicar el equivalente a una jornada laboral de 40 horas semanales a los videojuegos obliga a "hacer sacrificios a nivel de vida social -reconoce- pero al final y al cabo lo hago porque es algo que me apasiona". Gravesen tiene 21 años y sabe que la vida de un gamer suele ser corta: "hay pocos jugadores de más de 25-26 años que compitan, por la pérdida de reflejos y porque estar tanto tiempo durante una pantalla quema".