Unos mucho, otros tan poco
Los currantes cobran hoy, mayo de 2019, menos que en 2008, mientras los señoritos se llevan para la buchaca el doble de lo que cobraban ese mismo año
Sean amables y permitan que el Ojo elija hoy un paseo distinto, y abandone de momento este sándwich que nos tiene comido el seso entre los resultados del 28-A y las expectativas del 26-M. Tiempo habrá para más mareos, pero ya saben ustedes que aquí nos gusta de vez en cuando volver a hablar de la desigualdad, esa lacra que marca con fuego en pleno siglo XXI a las sociedades de todo el mundo, pero de manera terrible a la española.
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Pongamos, por ejemplo, dos datos enfrentados de nuestra economía que hemos conocido en esta semana de festivos. El primero, de la OCDE: los salarios en España son aún más bajos que los que había antes de la crisis de 2008. Y el segundo, de la Agencia Tributaria: los consejeros de empresas ingresaron durante 2018 un 4,8% más que el año anterior, y el doble que en los tiempos de la crisis. Resumen: los currantes cobran hoy, mayo de 2019, menos que en 2008, mientras los señoritos se llevan para la buchaca el doble –repetimos, el doble- de lo que cobraban ese mismo año. Ya se ve el gran concepto de su trabajo que tienen los consejeros, pero convendría recordarles que sus fastuosos sueldos, sus lujosos coches y sus grandes viviendas se las deben a los empleados a los que machacan con sueldos miserables. Demagogia, ya saben.