Alicia Puleo: "He tratado de elaborar un ecofeminismo que pueda considerarse hijo de Simone de Beauvoir"
La filósofa firma un ensayo ilustrado en el que trata el ecofeminismo y que toma el jardín de Epicuro como metáfora sobre la felicidad para recorrer el libro
Madrid
Alicia Puleo es una de las principales referentes del pensamiento ecofeminista. Doctora en filosofía y antigua directora de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladolid, fue finalista del Premio Nacional de Ensayo con Dialéctica de la sexualidad: Género y sexo en la Filosofía Contemporánea. Su último trabajo, Claves ecofeministas. Para rebeldes que aman a la Tierra y a los animales, es un ensayo ilustrado que toma el jardín de Epicuro como metáfora para recorrer el libro, con el pincel de Verónica Perales.
Hombres y mujeres, naturaleza y cultura
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"¿Qué propone el ecofeminismo?", le pregunta Macarena Berlín a Puleo. A grandes rasgos responde la escritora: "Una cultura que se reconcilie con la naturaleza y que sea una cultura y una sociedad de justicia e igualdad entre los sexos". La relación entre la ecología y el feminismo es un camino con determinados puntos de contacto. "El ecofeminismo se plantea en qué medida la sociedad patriarcal a través de sus diversas manifestaciones históricas ha ido dominando a la naturaleza y a las mujeres". Habla la escritora de una dominación patriarcal común.
"Trato de diferenciar los ecofeminismos más esencialistas que siempre le han producido mucho temor al feminismo", y explica la autora que se trata de una razón de peso, dada la tendencia a haber una identificación entre mujeres y naturaleza. "He tratado de elaborar un ecofeminismo que pueda considerarse hijo de Beauvoir. Simone de Beauvoir nos enseñó, analizó cómo las mujeres habían sido naturalizadas para justificar la dominación sobre ellas y un ecofeminismo no esencialista no puede volver a decir que las mujeres son más cercanas a la naturaleza que los varones". Su planteamiento es que tanto hombres como mujeres son naturaleza y cultura.
Toma el jardín de Epicuro como inspiración para hablar de felicidad a lo largo del ensayo. "Elegí esa imagen e idea del jardín para recorrer todo el libro tanto como una metáfora de un lugar donde nos podemos reunir para reflexionar, como para disfrutar". El jardín es el nombre de la escuela filosófica de Epicuro, una escuela centrada en buscar la felicidad y mostrar que esta no dependía del exceso de bienes materiales, "si no de saber identificar aquellos que realmente valen". Aclara la filósofa que, por supuesto, se han de tener las necesidades básicas cubiertas, pero aparte de eso "la sociedad de consumo necesita que se le recuerde que la felicidad no se va a conseguir con esa búsqueda incesante de algo más".
La conciencia animalista es otro de los temas que Puleo plasma en su libro. El ecofeminismo supone un desafío para el capitalismo heteropatriarcal. Con el respeto como punto de partida, en el ensayo, la filósofa invita a la unión de lazos con la naturaleza, sin explotación animal. Habla la escritora de "prácticas disruptivas y vanguardistas respecto a la relación con los animales", y explica el motivo pues "el mundo está globalizado y la sociedad de consumo sigue avanzado, pero por otro lado tenemos una conciencia emergente, animalista, y formas alternativas de vida". Aunque reconoce que todavía queda mucho por hacer, confiesa que "la sociedad española, en ese sentido, está avanzando a una velocidad increíble".
Al hablar de libertades, Puleo entra en el debate de la prostitución. "Cada vez que hay un empobrecimiento general, aumenta la industria de la prostitución", y añade que "la novedad, quizás hoy, es que esa actividad es presentada como empoderamiento, libertad de las mujeres", algo que para la autora "pervierte la lucha por la libertad del feminismo diciendo que es la libertad de decidir".
Cierra el libro un un epílogo que pregunta: "¿Hacia qué futuro vamos?" y en el que afirma que la crisis ecológica es una crisis de la democracia. "Defender a la naturaleza es defender también a los seres humanos", subraya Alicia Puleo en este ensayo.