La guerra es a degüello
No deja de tener su gracia que esa gran estrella del Partido Popular, Ángel Garrido, solo haya logrado salir en la primera página de los periódicos cuando ha consumado la particular traición a su partido de siempre. No lo logró cuando fue nombrado presidente de la Comunidad de Madrid, puro accidente por la renuncia de la masterizada Cristina Cifuentes, y tampoco cuando Casado, el nuevo señorito del partido, le mandó para Europa, al tiempo que borraba de la faz de la tierra a todo el equipo del hoy tránsfuga. Pero los malvados siempre tienen su huequecito, y por eso nos encontramos hoy a tan gran estadista, que ahora va de número trece en la lista de Rivera… para la Comunidad de Madrid. La cosa es nimia, apenas si una mota de polvo, pero viene a demostrar que entre los pimpollos Casado y Rivera hay una salvaje guerra abierta. A degüello.
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Anunciar la maniobra un día después del debate, y a cuatro de las elecciones retrata muy bien a sus protagonistas, sin que este Ojo sepa cuál de ellos es más canallita. Y en otro orden de cosas, alguien tendrá que explicar muy bien cómo es posible que la Audiencia Nacional haya absuelto a Sandro Rosell, el ex presidente del Barça, después de que se haya tirado 21 meses, casi dos años, en prisión preventiva. ¿Hay compensación posible?