'La espía roja', el secreto de la mujer que quiso cambiar el mundo
El director teatral Trevor Nunn adapta una historia real sobre la contraespía británica que colaboró con la Rusia comunista durante la Segunda Guerra Mundial. Un reflexión sobre la traición y el patriotismo ante la barbarie
El cine en la SER: 'La espía roja' o cómo anteponer los derechos humanos al patriotismo (20/04/2019)
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Madrid
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El cine en la SER: 'La espía roja' o cómo anteponer los derechos humanos al patriotismo (20/04/2019)
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El cine de espías occidental ha tenido y tiene especial fijación por la época comunista en Rusia. Las maniobras de la KGB y la Guerra Fría han sido fuente de inspiración de numerosas ficciones. Spielberg lo retrató hace unos años en El puente de los espías o la serie The Americans ha hecho un auténtico tratado sobre la doble vida de una familia en EEUU. El pasado acecha en este caso a Judi Dench, una anciana cuyo mayor secreto tiene los días contados. Inspirada en hechos reales, la veterana actriz da vida a Joan Stanley, una jubilada que fue detenida por los servicios secretos británicos por haber colaborado en los años 40 con la Rusia de Stalin.
A través de los interrogatorios, recuerda esos años, los de una mujer ambiciosa que estudiaba Física y quería romper el techo de cristal en la ciencia. Las amistades y los primeros amores la llevaron a involucrarse con militantes soviéticos y descubrir las argucias políticas en tiempos de guerra. La actriz Sophie Cookson encarna a la protagonista, esa espía roja, en su juventud. “Creo que lo fácil sería decir que ella solo sigue a Leo y que les cuenta secretos a los rusos porque está loca por él, pero en realidad no es eso. Ella no está de acuerdo con ese comunismo pero quiere hacer que el mundo sea un lugar mejor y más seguro. Y creo que en aquella época se infravaloraba a las mujeres… Eso se refleja tanto en la película como en el libro. No se esperan que seamos espías porque somos mujeres. Así que ella toma el control y no es por estar ciega de amor, ella sigue su ética y sus principios”, asegura.
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La cinta aporta varios puntos interesantes. La potencia de la ola feminista está permitiendo recuperar figuras femeninas complejas y poliédricas, alejadas del maniqueísmo de heroína o villana. Y en esa profundidad del retrato y del relato, se abren debates éticos y morales. En este caso sobre la fabricación de la bomba atómica. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, la joven contraería participó en proyectos científicos del bando aliado, en la carrera por tener los primeros el armamento que destruyera al enemigo. Si también los rusos dispusieran de esa tecnología, nadie se atrevería a utilizarla, igualaría el miedo al desastre, es el razonamiento de la protagonista que hace suyo Judi Dench. “En la película, dice que fue lo ocurrido en Hiroshima lo que le dio la motivación para hacer lo que hizo. Recuerdo perfectamente cómo fue lo de Hiroshima, ¿o fue Nagasaki? Lo recuerdo perfectamente, recuerdo que fue impactante. Puedo entender que alguien quisiera igualar un poco las cosas, eso es lo que afirma ella ¿Por qué debe un lado sufrir más que el otro?”.
Más entregado a los recuerdos que al thriller de acción, el film recorre ese periodo con una historia de amor inestable, metáfora de una época de desconfianza, secretos y traiciones. Basada en el best seller de Jenny Roonie, sobre la historia real de Melita Norwood, el aclamado director teatral Trevor Nunn sigue el esquema del libro. La trama en tiempo real, con la detención de esa anciana acusada de espionaje, y los flasback que recuperan su pasado oculto. “La estructura del guion se asemeja mucho a la del libro. La del libro es una investigación que se desarrolla en el tiempo actual. Y hay una cuenta atrás como parte de esa investigación de la que nuestra Joan se entera un lunes, tras ser detenida, que tiene hasta el viernes para limpiar su nombre, para defenderse, o su nombre se le entregaría a la Cámara de los Comunes ese mismo viernes. Hay un reloj marcha atrás en el tiempo actual mientras los interrogatorios se suceden. Y esto proporciona la estructura de la película. Lo que hace la vieja Joan al responder o no las preguntas es volver al pasado”.
Convencional y austera en lo formal, un drama clásico británico, la abuelita espía, como es conocida en Reino Unido, sí plantea una reflexión sobra lo categórico, sobre hasta dónde llega la lealtad, sobre los márgenes de la traición, sobre qué es ser patriota y el precio por conseguir la paz.