Boberías y grandes cuestiones

Madrid

La verdad es que nos vamos acercando a las elecciones, y aquí estamos todos esperando a que los partidos se sacudan la tontería y comiencen a ganarse el voto con propuestas serias sobre temas de envergadura, que miren ustedes si los hay, y se dejen de boberías sobre eslóganes y otras baratijas políticas, sean estos acertados o estratosféricos como el del PSOE, ese imposible Haz que pase, el lema que ha arrastrado a las lágrimas a la muy sensible portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, la mirada ensoñadora puesta en el Titanic, que vaya viaje de éxito ha ido a recordar la también ministra de Educación. Porque se hundió, ¿saben?

Pero por ahora cuesta que se encelen en serio con temas que importan, y cuando lo hacen, como en el tema de las pensiones, son capaces en el PP de alcanzar extraordinarias cotas de confusión, eso sí, deliberada, que mejor llenamos el espacio de un humo espeso que impida ver con claridad las cosas que preparamos. Pero ocurre que por mucho que insista el pimpollo Casado, toda España sabe y conoce lo obvio, que el PP ha machacado el poder adquisitivo de los pensionistas, y bastará para ello recordar el 0,25 del gobierno de Rajoy y el vaciado, sistemático y científico, de la hucha de las pensiones. Y los votantes saben, además, que si gobiernan volverán a hacerlo. Mandan los planes privados.