Cataluña, declaraciones y gestos

Madrid

Dos cosas en relación con Catalunya que han sucedido hoy y que tienen enorme relevancia, una declaración y un gesto.

La declaración del que fue número dos de los Mossos d'Esquadra durante los hechos que se juzgan en el Supremo, Ferrán Lopez, que ha dicho hoy que ante la advertencia que le trasladaron al presidente Puigdemont de un posible escenario de violencia durante la celebración del referéndum ilegal, la respuesta que recibieron fue que si se producía ese escenario él declararía la independencia.

Una declaración, pues, de extrema importancia porque refuerza las tesis de la Fiscalía de que Puigdemont siguió adelante con la consulta a pesar de que sabía que podía haber episodios de violencia. También ha contado Ferrán Lopez que la persona al mando de las fuerzas de seguridad tras la aplicación del 155, Diego Pérez de los Cobos, sabía perfectamente cómo era el operativo de los Mossos, cosa que negó cuando fue a declarar. Por eso la defensa ha pedido un careo que queda pendiente de autorización. Pero lo que hoy ha puesto el responsable de los mossos sobre la mesa pone en dificultades a la defensa. Puigdemont podía servirse de esos episodios violentos que se vivieron para romper con España. Ya pasó con Trapero y hoy con Ferrán López, sus declaraciones dibujan una realidad completamente diferente a la que dibujaron los políticos en sus declaraciones.

Y luego está el gesto, el del presidente circunstancial del Parlament de Catalunya, en ausencia del titular Roger Torrent. Se llama Josep Costa, de Junts per Catalunya, que ha interrumpido en más de una ocasión a la líder de la oposición, Inés Arrimadas, durante su intervención en la tribuna de oradores.

A Costa no le ha gustado lo que estaba diciendo Arrimadas que no era otra cosa que reproducir algunos de los términos con los que el presidente Quim Torra calificaba a los españoles en los artículos que escribió antes de asumir el cargo.

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Uno podría pensar que Costa no ha entendido su papel de presidente de la cámara, pero creo que es algo peor. Costa entiende que el Parlament de Catalunya pertenece solo a una parte de los catalanes, los que él representa, el resto quedan fuera de las instituciones. Lo que debería saber es que con su intervención ha desprestigiado todavía más, si esto era posible, una institución del nivel del Parlament de Catalunya.