Cómo un sordo cambió la historia de la música
Como tantas otras palabras y conceptos, lo de genio de la música se ha ido devaluando con el tiempo. Hubo un tiempo en que estaba reservado a hombres como nuestro protagonista de hoy, triste protagonista debería añadir.
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España
Un 26 de marzo de 1827 fue cuando dejo el mundo uno de los mayores genios musicales que ha pisado nuestro planeta, Ludwig van Beethoven, aunque el mal día considero que lo tuvo la humanidad al perderle. Lo cierto, es que el pobre Beethoven no tuvo ni una vida ni unos últimos años muy fáciles: su padre murió de alcoholismo siendo el muy joven, luego tuvo que cuidar de sus hermanos pequeños, todos los amores que intento tener le rechazaron y es posible que tuviese un desorden bipolar… vamos todo un cuadro.
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Pero lo peor, lo que de verdad le atormentó en sus últimos años, fue su progresiva sordera. Por una parte hizo que se recluye se cada vez más en su casa y por otra hacía que la composición musical fuese extraordinariamente difícil. En sus propias palabras: “hace 2 años que evito cualquier tipo de reunión social porque me resulta imposible decirle a la gente que estoy sordo, si tuviese otra profesión sería más fácil, pero con la que tengo es algo terrible”.
Sin embargo, si escuchas su Novena Sinfonía hoy, te resulta inconcebible que la escribiese alguien que no oía casi nada. Beethoven murió con 56 en la ciudad de Viena, más de 20.000 personas asistieron a su entierro. Mi conclusión para el día de hoy es que rindáis homenaje su figura escuchando su obra, que siempre es un placer.
