¿Por qué llegan más los mensajes que nos separan que los que nos unen?

Madrid

Escribía David Trueba en su columna de El País que "la política actual parece empeñada en lograr que se odien los hombres con las mujeres, los de aquí con los de allá, los taurinos con los que tienen perro y los que van al gimnasio con los que escuchan a Bach. Todo esto es una  puesta en escena de los odios más rentables". En su artículo "Dejarte ciego" pedía una rivalidad saludable frente a convertirlo todo en algo personal. "Déjennos convivir" suplicaba como conclusión a los políticos. Y esta idea ha sido hoy nuestro punto de partida en 'La Ventana de la Filosofía', ¿Por qué llegan más los mensajes que nos separan que los que nos unen? 

Las respuestas de la filosofía la hemos buscado a través de Cipriano Játiva, filósofo y autor  de "Palabras en el tiempo. Un abecedario filosófico de Emilio Lledó" (Fundación Lara). Palabras como diálogo, conocimiento, cultura, educación o experiencia son claves para luchar desde el idealismo de D. Emilio contra el realismo político que últimamente divide. Pero para Cipriano, el concepto clave es verdad, "sin ella es imposible la convivencia, el entendimiento entre todos. Tiene que ser una verdad común que una para evitar que haya gente, como ocurre tras el proceso del 11M que se siente cómoda en su propia mentira porque le es más útil". David Trueba ha pedido a los políticos  que deseen para "los ciudadanos el mismo trato que mantienen entre ellos". Nos recuerda cómo tras la disolución de las cortes hace unos días, todos, de diferentes ideologías hablaban con cordialidad, se abrazaban, se despedía " ¿Por qué esa amabilidad de la que disfrutan ellos en privado no la trasladan en sus mensajes a la sociedad?".