El independentismo catalán se empequeñece
Josep Ramoneda analiza la situación de las fuerzas independentistas catalanas tras los últimos movimientos de Puigdemont, los actos por el quince aniversario de los atentados del 11M, que han vuelto a poner en evidencia la desunión institucional, y el diagnóstico del historiador Denis Pelletier sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica

El independentismo catalán se empequeñece
02:04
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Barcelona
Han pasado quince años del atentado islamista del 11-M y donde debía haber un acto de recuerdo y memoria de las víctimas ha habido siete. La sociedad española elaboró el duelo por la tragedia con gran dignidad. No hubo un solo brote de islamofobia en la ciudadanía y, tres días después, las elecciones tuvieron un poderoso efecto catártico. Pero no se puede decir lo mismo del comportamiento institucional. Hoy mismo deja constancia de ello Juan Jesús Sánchez Manzano, el jefe de los Tedax: “El Gobierno Aznar –ha dicho- me pidió que asumiera su mentira sobre los 11-M”. Atrapado en su discurso, el entonces presidente se empeñó en cargar a ETA un atentado que era de Al Qaeda y provocó una quiebra de confianza que enturbió el duelo y le hizo perder las elecciones. Quince años más tarde los desencuentros institucionales perduran. Son los ecos de una historia lamentable en que el presidente Aznar no quiso asumir una realidad que descolocaba sus planes y convirtió la gestión de una tragedia en un disparate.
El independentismo catalán se empequeñece. Puigdemont liquida la vieja Convergencia poniendo a sus fieles al frente de las candidaturas de su partido, para una estrategia de cuánto peor, mejor. Una parte sensible del independentismo se queda en el desconcierto. Puigdemont en vez de sumar, resta. A medida que se conocen detalles de lo que ocurrió en octubre de 2017 queda en evidencia que el independentismo nunca dispuso de los instrumentos necesarios para culminar su proyecto. Y a estas alturas ya nadie puede alegar ignorancia. Ni entonces ni ahora se daban las condiciones para dar el paso. Y pese a ello, Puigdemont se empeña en seguir alimentando la fantasía que, ahora mismo, solo puede conducir a un callejón sin salida. ¿Cuántos votos independentistas se fugarán el 28 de abril a los partidos que pueden representar el voto útil para impedir el paso a la derecha?
El diagnóstico del historiador Denis Pelletier sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica: “La pedofilia es, en primer lugar, una violencia masculina y la Iglesia católica está organizada en torno a la masculinidad del poder”. “El sacerdocio está reservado a los hombres. Los chichos jóvenes son confiados preferentemente a los curas, porque la plenitud de la autoridad se transmite de hombre a hombre”. De ahí que el problema sea estructural y no se va a resolver solo con algunas medidas disciplinarias.