¿Razones o excusas para el desmarque?

Madrid

El PP, que anunció representación oficial en la manifestación del 8-M en Madrid, ha dado marcha atrás y ha anunciado que donde dije digo, digo diego. La razón, no compartir el manifiesto que ha elaborado la Comisión Feminista 8 de marzo. Como es su costumbre, Pablo Casado ha decidido ir un poco más allá y ha dicho hoy que la izquierda no le da lecciones de feminismo al PP y acusa a las convocantes de querer enfrentar a los hombres contra las mujeres.

A pesar de que el manifiesto es muy largo, seguro que siempre habrá quien le encuentre carencias. Y precisamente por ser largo, seguramente siempre habrá quien halle alguna línea que no comparta, en la derecha y en la izquierda. Pero para ver en el texto una declaración de guerra entre sexos hay que tener mucha imaginación o mucho desparpajo intelectual. ¿Podría haberse limado más? Seguramente. Y hubiera sido letal para quien siempre hurga en una grieta para encontrar un pretexto. Dicho lo cual, pocas manifestaciones más transversales que las que se desarrollaron el pasado 8 de marzo se han podido ver en la historia de las reivindicaciones públicas. Y la imagen la tenemos todos grabada, hasta quien no leyó ni recuerda una sola línea del pasado manifiesto. Si la imagen se repite, en las ausencias quedarán muchos retratados. Si no lo ven, ellos y ellas verán…