Sarah Vaughan, la maestra olvidada del jazz
Esta semana dedicamos el Sofá Sonoro al álbum homónimo que Sarah Vaughan grabó junto a Clifford Brown en 1955
Madrid
Sarah Vaughan es una de las voces más atinadas de jazz, una artista con una carrera extensa y brillante que ha compartido noches con Miles Davis, Dizzie Gillespie o Charlie Parker, un talento descomunal que arrollaba y que en era capaz de curarte el alma.
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Tras dejar Columbia en la cima de su carrera, Vaughan llegó a Mercury Records con un contrato dual para hacer discos comerciales por un lado pero con la capacidad de hacer también discos más delicados y enfocados al jazz. Así llegó en 1955 su álbum junto a joven Clifford Brown. Una grabación poderosa a la que Sarah siempre tuvo entre sus favoritas
Sofá Sonoro: La eternidad de Sarah Vaughan (24/02/2019)
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Nuestro álbum de esta semana llegó en un año con discos eternos, con Chet Baker en su mejor momento, con los coletazos finales del reinado de Billie Holiday y con Miles Davis cogiendo velocidad de crucero, una época dorada del jazz en todos sus niveles, desde el jazz vocal al más experimental. A ese mundo y en ese contexto llegó este álbum que juntó a Sarah Vaughan con Clifford Brown, una grabación eterna que destaca entre la centena de entrega de Sarah y que en 1999 entró a formar parte del salón de la fama de los Grammy y que vamos a repasar en compañía de la periodista y escritora Noemi Sabugal.