Repasar el A, E, I, O, U
En democracia las sentencias de los tribunales no son elementos a ponderar, son decisiones a acatar; la calle no dicta las normas; la unidad de España es muchas cosas pero no es un dogma y menos un dogma moral
Madrid
Llevamos 40 años de democracia pero, ante los disparates que se oyen, creo que nos vendría bien repasar el teórico. La democracia real importa más que la ley, había declarado el president Torra en Onda Cero la semana pasada, y lo mismo afirmó ayer el ex conseller de Territori de la Generalitat de Cataluña Josep Rull ante el Supremo, o el día anterior el ex conseller de Presidencia Jordi Turull, con un apéndice escalofriante: Al Govern le tocó ponderar, dijo, para decidir si obedecer el mandato ciudadano o las resoluciones judiciales. Se dijo igualmente en el juicio: desatendimos al Constitucional porque no tiene autoridad moral.
Meses atrás, en su época desprejuiciada y eufórica, Podemos llegó a afirmar que la verdadera autoridad procedía de la calle, que el Parlamento era un ámbito burocrático de validación.
En los últimos días y hasta hoy, se ha acusado a Sánchez de asaltante ilegítimo del poder. Algunos hablan con soltura de golpe de Estado, otros hablan de fascismo, alguien dice que la unidad de España es un bien moral. ¿Qué ocurre, que nos hemos vuelto locos? ¿Hemos olvidado la capacidad incendiaria de las palabras, el efecto corrosivo de los conceptos adulterados?
No hay democracia sin respeto a la ley. En democracia las sentencias de los tribunales no son elementos a ponderar, son decisiones a acatar; la calle no dicta las normas; la unidad de España es muchas cosas pero no es un dogma y menos un dogma moral; Sánchez llegó a la Moncloa de forma constitucional, etc. Tener que recordar el a, e, i, o, u de la democracia revela la profundidad de nuestro problema. Sin cimientos sólidos, qué pretendemos construir.