Quien mucho abarca, poco aprieta
Josep Ramoneda analiza las estrategias de las distintas fuerzas políticas ante las elecciones del 28 de abril, para las que se han formado dos bloques: el de la derecha (definido a tres) y el de la izquierda (con un batiburrillo más allá del PSOE)
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Quien mucho abarca, poco aprieta
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Barcelona
Rivera se ancla en la derecha. Sánchez guiña al centro: “No me cierro a Ciudadanos, Podemos o el PP”. Quien mucho abarca, poco aprieta. En la coyuntura actual, ¿no es más rentable el viejo eslogan, de buen recuerdo para los socialistas catalanes, “Si tu no vas, ellos vuelven”? Lo que la izquierda no puede permitir es que Cataluña sea el único tema de la campaña. La crisis de las democracias europeas no se resuelve parapetándose detrás de las banderas. Urgen la agenda social y las reformas en el sistema de representación para que la ciudadanía no se sienta ignorada. No hay democracia si la voz de los ciudadanos no llega arriba. Y si, como dice Bruno Latour, ¿les invitaran a que “describan sus condiciones de existencia y de dependencia”? Hay que contar con los ciudadanos, no silenciarlos con ruidosas exaltaciones. El programa de la derecha es claro: liberalización económica y autoritarismo patriotero. Las iniciativas de los ocho meses de gobierno Sánchez dan pistas. Pero se requiere más.
Dos bloques, sí. Las elecciones se presentan en blanco y negro. Aunque uno, el de la derecha, está claramente definido a tres. Y en el otro, más allá del PSOE hay un gran batiburrillo. Pero el solemnizado rechazo de Ciudadanos a cualquier negociación con los socialistas tiene trampa y precedente. La trampa es que la afirmación de lealtad al tridente y su cruzada contra Sánchez tiene como objetivo afrontar la competición contra el PP por la hegemonía en la derecha sin generar sospechas de debilidad ideológica. Si la apuesta sale perdedora, quién sabe que ocurrirá el día después. El precedente es cuando Artur Mas prometió ante notario no pactar con el PP. Y no tardó mucho en hacerlo, cuando llegó al poder.
La evolución de Ciudadanos es singular. Y viene marcada por su origen. Podía haber sido el partido liberal español, pero se forjó en la lucha contra el nacionalismo catalán. Y estas cosas vienen del alma. Y el alma se ha visto que era nacionalista española. Y ahí está, peleando en el frente de la derecha patriótica.