Las insolentes mentiras de Casado

Son tantas y tantas las enseñanzas que nos deja la imposibilidad de aprobar los Presupuestos que es difícil elegir una de ellas. Pensaba el Ojo referirse a la cerrazón incomprensible de los secesionistas, ya veremos si no tendremos todos que secar sus lágrimas, pero una nueva intervención del pimpollo Casado, muñequito con la cuerda siempre echada, charlatán espídico, le ha hecho variar el rumbo y nos vamos a la mentira permanente y a la tergiversación desvergonzada de la realidad.

Se atreve el pimpollo, osado como cualquier ignorante, a referirse al final de ETA. Quizá animado por el ventrílocuo Mayor Oreja, recién salido de la cámara de las momias, ha tenido el descaro de comparar a los terroristas de ETA, más de 800 asesinatos, con los independentistas catalanes y ha recordado groseramente al gobierno de Zapatero para descalificar la negociación que siguió al atentado de la T4.

Pero los hechos son los que son, por mucho político mendaz que los distorsione, y Casado debería recordar que fue ese presidente, y su ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, junto con las fuerzas del orden que dirigía, quienes acabaron con la plaga terrorista, a pesar de todas las maniobras obstruccionistas del PP de Rajoy. La derecha, entonces y ahora, desprecia el diálogo y ahoga a quien lo intenta. ¡Que hable Sánchez y que el trío de Colón nos pille confesados!