El mejor ejemplo de que un divorcio te puede acabar salvando la vida
El 25 de enero de 1533 Catalina de Aragón vio como su ex, Enrique VIII, se casaba con Ana Bolena. Tres años después Catalina descubrió que aquel divorcio fue lo mejor que le pudo pasar
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El mejor ejemplo de que un divorcio te puede acabar salvando la vida
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Que la alegría va por barrios lo sabe cualquier aficionado a un equipo deportivo. Tus lágrimas amargas por el descenso de tu equipo tienen su contrapunto exacto en la alegría desbordada del equipo que acaba de ascender.
El personaje que nos ocupa hoy sería el que baja de categoría, después de años en la categoría reina. Y esto no es una metáfora. Hoy recordamos a Catalina de Aragón, que tal día como hoy perdió su condición de reina de Inglaterra. Porque el 25 de enero de 1533 fue el día en el que Enrique VIII se casó con la que sería su segunda esposa, Ana Bolena. Catalina, después de 24 años, veía como le arrancaban la corona de la cabeza. Además, esto quería decir que su hija María también bajaba de categoría, pasando de princesa del reino a simple bastarda real.
Pero también podemos sacar consuelo de las lágrimas vertidas por Catalina. Porque si bien es cierto que Ana Bolena se las prometía muy felices el 25 de enero de 1533, también lo es que poco más de 3 años después su cabeza quedó para siempre separada de su cuerpo. Catalina tuvo que ver como otra ocupaba su lugar, pero al menos ella murió de muerte natural, algo que no pudieron decir dos de las seis mujeres de Enrique VIII. Además, su hija María recuperó su rango real, llegando a ser reina de Inglaterra. No le fue demasiado bien, pero eso es otra historia.
Así que si vuestra pareja os deja por otra persona, pensad en Catalina de Aragón, que perdió a su marido y la corona, sí, pero viendo el ejemplar con el que se había casado, casi estaba mejor sola y a su bola.
SI TE HAS QUEDADO CON GANAS DE MÁS...