Los libros que nos perdemos

Madrid

No hace mucho me llegó a través de internet la noticia de la traducción al turco del libro A Line In The Sand, del británico James Barr, con quien tuve la oportunidad de mantener un breve intercambio tras publicar en un blog una reseña sobre su obra. Se preguntaba Barr, y me preguntaba, por qué un título que se estaba traduciendo a todas las lenguas relevantes de Europa no encontraba sin embargo quien lo tradujera a la segunda lengua del mundo en hablantes nativos, esto es, el español. La única respuesta que podía darle era que ningún editor español pensaba que, en la actual situación del mercado editorial, pudiera recuperar los costes de traducirlo. Una respuesta desoladora para ambos. Para él, por la pérdida de lectores, y para mí, por la certeza de que al lector en español se le estaba privando de una obra sobresaliente, que explica de forma brillante y amena la génesis del mayor problema geopolítico del presente y de los últimos cien años: la partición de Oriente Medio entre Gran Bretaña y Francia tras la primera guerra mundial. El polvo del que vienen los lodos de Palestina, Líbano, Irak, Siria o el Dáesh. Veo ahora que los lectores turcos tienen la posibilidad que aquí no existe, y pienso en todos los libros, mucho menos meritorios y necesarios, que el mercado sí posibilita que se traduzcan y que lleguen a nuestras librerías. Algo malo pasa, cuando esos libros que deberíamos poder leer se convierten, en cambio, en los libros que nos perdemos.