Rivera negará a Vox, pero...

Suenan raras, por no decir ridículas, las forzadas explicaciones de Albert Rivera, o su hombre en Andalucía, Juan Marín, sobre los pactos de la derecha para gobernar en Andalucía. Da un poco de vergüenza ajena ver a uno y otro negar tres veces a Vox, con el grotesco argumento de que ellos no han acordado nada. Ha sido Pablo Casado, dicen los otrora espejo del centrismo, como si los votos de Vox no les llevaran también a ellos en volandas a hacerse con la vicepresidencia de la Junta y lograr algunas poltronas. Prédica inaceptable, chusco discurso de quien sabe que ha de ocultar sus vergüenzas, que son notables. Vox lo contamina todo, que ha mostrado a las claras con quien nos jugamos los cuartos. Un partido reaccionario, xenófobo y homófobo hasta la médula. Sellado el acuerdo autonómico, habrá que echar la vista adelante para ver cómo influye en el panorama político nacional.

¿Beneficia o perjudica a la izquierda esta tríada de derechas? ¿Repercutirá de alguna forma en la posible aprobación de los Presupuestos que plantea Pedro Sánchez? ¿Es indiferente para enfrentar la cuestión catalana? Convendría un poco de calma para hacer un análisis con cierto distanciamiento y poder calibrar mejor sus consecuencias. Pero algo parece cierto: el centro se queda vacío. ¿El PSOE, recordemos que marcha con Podemos del brazo, podrá engullirlo? Pasito a pasito, suave suavecito.