El tren extremeño. Hasta que los santos pierdan la inocencia

Madrid

La primera noche del recién estrenado 2019, alrededor de 180 pasajeros del tren de Badajoz a Madrid se vieron en mitad de la nada. De madrugada, y a la intemperie. Fue la primera avería del nuevo calendario, pero una más, que se agrega a los centenares de averías que los trenes extremeños acumularon el año pasado. El verano de 2018, llegaron a ocurrir dos incidencias al día, según la asociación Milana Bonita: uno de los grupos que más protesta por el aislamiento en Extremadura. Y sí, inspirado en la novela Los santos inocentes, firmada por Miguel Delibes en 1981.

Ya hace más de un año, los miembros de esta asociación se subieron al tren vestidos como los personajes de Delibes. El libro, ambientado en el franquismo, nos presentaba a una familia de campesinos extremeños. Vivían en el cortijo de sus señores y aguantaban cada día la sorna, y hasta los malos tratos, de los dueños. Un trabajo que Mario Camus llevó al cine tres años después de la publicación de la novela.

Según Patxi Rodríguez, portavoz de la asociación, "el libro refleja muy bien esa Extremadura negra y de alpargata, que es la que queríamos dar. Gente desvalida, sin nada. Los santos inocentes debe doler a cualquier extremeño. El triunfo de la convocatoria dolió a muchos políticos". Aquel viaje en tren que buscó la denuncia logró convocar a viajeros, así las cosas, de otros pueblos y ajenos a la asociación. Ellos, disfrazados de campesinos de la ficción, y ambientados en los años 60. Las vías del tren sobre las que viajaban, en la vida real, pertenecen al siglo XIX. Y agrega Rodríguez: "Aquí ni siquiera hay una autovía de Cáceres a Badajoz. Claro que Delibes acertó con su libro".