Las claves para comprar cordero, mariscos, pescados...
Todavía queda Navidad, con especial protagonismo en la Nochevieja y Año Nuevo y, por lo tanto, muchas comidas y cenas familiares. Por eso insistimos en ciertas recomendaciones para que no os engañen a la hora de comprar marisco, pescado y cordero, productos habituales en la mayoría de las celebraciones de estos días. Para ello en Ser Consumidor hablamos en el último programa con Carol Vázquez, jefa de cocina de Apunto y Antonio Punzano, responsable de ganadería de COAG
¿Qué tenemos de tener en cuenta para comprar marisco?
Las claves para comprar cordero, mariscos y pescados
11:37
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Si tenemos que comprar langostinos frescos, lo más importante a tener en cuenta es que “la cabeza, el aspecto sea translúcido, el cuerpo no tenga manchas oscuras, la carne esté firme, que no esté blandita…”, nos recomendó en Ser Consumidor el domingo Carol Vázquez, la jefa de cocina de la escuela Apunto. Además, los bigotes tienen que tenerlos todos, al igual que las patas.
En cuanto a los centollos, “si podemos comprarlos vivos mucho mejor”; si no se puede comprar así, entonces tendremos que tener en cuenta que las patas no estén muy caídas.
Todos los bivalvos “tienen que tener la concha cerrada, si está un poco abierta, que la toques que se vuelva a cerrar”, es decir, que esté vivo. “Las conchas se abren cuando las cocinamos”.
Para los percebes, el olor debe ser agradable, un olor a mar rico, la textura, la carne debe estar firme.
Carol Vázquez cree que con las gambas y los langostinos te engañan diciendo que son frescos y luego no lo son, ya que se nota cuando lo son y también en el precio. Además, los que han sido congelados te lo indican para que no vuelvas a congelarlo. O deberían…
¿Y para el pescado?
Para Carol Vázquez, lo más importante es el olor y la frescura, además “las escamas no tienen que estar levantadas, que no estén secas, los ojos deben estar brillantes con la pupila negra y que la carne esté firme, que la toques y vuelva a su sitio”. También nos dijo que si tienen la tripa hinchada “es malo” porque es lo primero que se pone “malo” el pescado y, por lo tanto, significa que se está poniendo en mal estado.
¡Cuidado también con el cordero!
Antonio Punzano, responsable de ganadería de COAG, también pasó por los micrófonos de Ser Consumidor y nos recomendó consumir cordero nacional, ya que en muchas ocasiones nos lo venden de Nueva Zelanda, Holanda, Rumanía, etc. Incluso sin que el consumidor lo sepa. Por eso es importante ver bien el envase, ver de dónde viene. Además, explicó que “la carne que viene de fuera, en su mayoría, está congelada”. Insistió en la necesidad de vigilar el etiquetado sobre la procedencia de los corderos.
Además, si pedimos un cordero que sobrepase el tamaño que tienen la mayoría, tendremos que sospechar. José Antonio asegura que el cordero “debe pesar 13 kilos como mucho”. Y mucho menos los lechales.