Cosas que funcionan
El ruido de los desastres tapa el silencio de las cosas que funcionan. Pero las hay. También en Europa
Madrid
El ruido de los desastres tapa el silencio de las cosas que funcionan. Pero las hay. También en Europa. Ha funcionado la presión de Bruselas sobre Italia. El Gobierno populista bifronte ya ha bajado del burro de un presupuesto agresivo contra las normas comunes. Y ahora estamos en lo que toca: afeitando décimas, regateando, caracoleando, presionando, haciendo política. Mejor que el abismo. Roma parece civilizarse. En la última cumbre renunció (al menos de momento) a su campaña pro Putin, y aprobó con los otros 27 la renovación de las sanciones a Rusia, por invadir Crimea.
Ha funcionado la política monetaria de Mario Draghi. Y cuando empieza su paulatino descenso, recibe un empuje. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha rechazado el recurso que la ponía en cuestión. La política monetaria expansiva estará disponible para la próxima crisis.
Ha funcionado la presión contra la reforma sectaria de la Justicia en Polonia. Lo que no hay manera de que funcione es el intento de reeducar al húngaro Viktor Orbán, que acaba de hacer la vida imposible a la universidad fundada por el filántropo George Soros. Se ha ido a Viena.
Ha funcionado el educado frente de los 27 frente al Reino Unido. Ojalá pudiéramos quedarnos con Londres, incluso a cambio de la bella Budapest.
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Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...