Falta vergüenza
Madrid
Quizá no se recuerde, pero cuando el diario norteamericano Washington Post descubrió el Watergate que derribó a Nixon guardó el material hasta que pasara el periodo electoral. En el Senado español se produjo ayer algo insólito, el interrogatorio a un expresidente de un partido que compite para las elecciones en curso en Andalucía por parte de un senador audaz capaz de preguntarse y de responderse a la vez para derribar al adversario. Me dio vergüenza ajena y vergüenza propia, y me acordé de aquel noble antecedente norteamericano. Falta finura y falta vergüenza.