La estrategia de la tensión
Acabaremos no dejando ver a nuestros hijos las sesiones en el parlamento. Objetivo conseguido: la estrategia de la tensión inundó ayer el hemiciclo entre el bochorno general
Madrid
Golpista, fascista, mentiroso... Acabaremos no dejando ver a nuestros hijos las sesiones en el parlamento. Objetivo conseguido: la estrategia de la tensión inundó ayer el hemiciclo entre el bochorno general. ¿Qué queda cuando los representantes públicos elevan así el tono? Estamos jugando con fuego. Están jugando con fuego.
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Juegan quienes en Cataluña necesitan desprestigiar las instituciones españolas para amparar su fracaso rupturista, quienes no se enfrentaron a tiempo al problema catalán y dejaron pudrirse la corrupción hasta salir de La Moncloa por la puerta de atrás, y quienes buscan en la frustración que todo eso ha provocado en España gasolina para su crecimiento electoral.
La estrategia de la tensión no es nueva, la hemos visto cada vez que el PP abandona el poder. Solo que en otras ocasiones no había pirómanos en Cataluña y en el hemiciclo jugando a la vez a la política y a la ruptura. Ni había la pelea feroz por el voto de la derecha que tenemos ahora ni teníamos un gobierno tan débil.