El termómetro andaluz
No se puede gobernar España sin un buen resultado andaluz. Y todas las aspiraciones y liderazgos se ponen a prueba en el voto de la ciudadanía andaluza el 2 de diciembre
Ya estamos en campaña. Y hay que prepararse porque estaremos en campaña buena parte del 2019. Pero la que empezó anoche en Andalucía marcará el camino porque es el primer termómetro efectivo de la España que ha recompuesto este verano todo su mapa político. Tienen todo el derecho los líderes andaluces a reclamar una campaña en la que se hable de sus problemas, que no son pocos; sigue siendo, por ejemplo la comunidad con el paro más alto de todo el Estado. Pero Andalucía es mucho más que una cifra de desempleo. Y es mucho más para dentro y hacia afuera. No se puede gobernar España sin un buen resultado andaluz. Y todas las aspiraciones y liderazgos se ponen a prueba en el voto de la ciudadanía andaluza el 2 de diciembre.
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Todas las encuestas dan por descontado que el PSOE repetirá como fuerza más votada, con más o menos margen. Y con más o menos margen también señalan la pelea feroz a la que vamos a asistir por el voto de una derecha realmente fragmentada por primera vez en décadas en nuestro país. Una situación inédita que someterá a examen el reciente liderazgo de Pablo Casado, volverá a medir el efecto burbuja o no de Ciudadanos y nos dirá si Vox tiene posibilidades de entrar en las instituciones como dice el CIS. Y además, Adelante Andalucía, la coalición de Podemos e Izquierda Unida comprobará si juntos crecen o solo suman.
Lo que parece seguro es que se necesitarán pactos para gobernar. También en esto Andalucía, y las Comunidades en general, le llevan ventaja de experiencia al gobierno central que tarde o temprano se enfrentará a esta realidad. Por eso a partir del día 3 de diciembre, al día siguiente de las elecciones, todos los puentes que han volado y que se volarán todavía más en campaña entre unos partidos y otros serán inútiles y habrá que reconstruirlos.