El triunfo de la ética
Madrid
Llegué anoche a Nueva York. Las calles vacías y cómodas, la aduana fácil como en Europa. Desde aquí me acuerdo de dos mujeres, Manuela Mena, que el lunes fue homenajeada en el Prado por su labor en la exhibición de buen arte, se jubila. Paco Calvo, catedrático, hizo una magistral descripción de su energía civil, de su sabiduría. Y me acuerdo de Adela Cortina, que hoy recibe el premio Sancha de los editores, por hacer de la ética una enseñanza en tiempos oscuros. Me parece que anoche en Nueva York estaban celebrando en silencio el triunfo de la ética sobre la satrapía. Y yo me acordé de estas dos grandes mujeres.