Las palabras ya no suenan
Madrid
Whatsapp ha matado a la conversación. Este domingo, una mujer joven tecleaba en el Ave, sin pausa, velozmente, respuestas a lo que recibía por este procedimiento telefónico. Estuvo así todo el tiempo de modo que pude madurar esta modesta reflexión. Ahora ese es el ruido de la conversación, no el sonido de las palabras. Los wasaps los carga el diablo cibernético y la voz de las personas se oculta como si diera vergüenza su música. Imaginen estas palabras de ahora sustituidas por clicks. También para mi sería insoportable.