Los muchos librosLos muchos libros
Ocio y cultura
Tintas cargadas

Todos los políticos querían a la regenta

Líderes de diferente signo tratan hoy de arrogarse el feminismo, como los villanos creados por Clarín buscaron a Ana Ozores

Todos los políticos querían a la regenta

Todos los políticos querían a la regenta

09:31

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000005220661/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Vetusta

La trama de La regenta, escrita por Leopoldo Alas, Clarín, entre 1884 y 1885, parece sencilla. Una mujer, noble y casada con un hombre mayor que ella, se enamora de otro varón. Tras años dirimiendo entre el deber y la tentación, acaba perdiéndolo todo por él. Una obra que a la crítica, entonces como hoy, recordó a la francesa Madame Bovary o a la rusa Anna Karenina, pero detrás de la cual, quizá, se esconda algo más que una historia de adulterio.

Mientras el marido de Ana Ozores, la protagonista, vive ajeno a los deseos de su esposa, son otros dos hombres quienes realmente se pelean por ella: el liberal del pueblo, y hombre de negocios, don Álvaro, y el cura de la ciudad, don Fermín. La iglesia, icono de un orden antiguo y conservador, permanece en la plaza frente a otro edificio, más moderno, pero igual de opaco: el casino. Y los líderes de un grupo y otro luchan por el amor de la mujer más guapa de la ciudad. Conquistarla sería, en realidad, mostrar su poder sobre el resto del pueblo. Como decía la artista Barbara Kruger, aquí está el cuerpo de la mujer como campo de batalla.

Por ello, en La regenta, la entrega mostrada por estos dos villanos en privado solo busca la posterior proyección sobre el espacio público. Uno le pide que baile con él frente a  todos, le anima a que deje de ir a rezar. Como respuesta, el clérigo le pide que camine descalza, por las calles de Vetusta, durante la Semana Santa, y muestre a todos que en realidad permanece bajo su influencia. Hay una respuesta al mito de don Juan y el amor romántico: ninguno de estos hombres busca el placer, sino la victoria.

Y Ana, que a los 27 años aún no ha conocido el amor carnal, enferma y delira según su cuerpo va pidiendo paso, y le reclama los mismos placeres de los que, sin mayor ceremonia, disfrutan los hombres cada día. Durante 30 capítulos, el autor realiza un largo ejercicio de empatía con una mujer, la protagonista absoluta de la novela, más joven que él. Quizá Clarín fuera lo que hoy, en la jerga del activismo, se conoce como un aliado del feminismo. Y quizá recordemos que, medio siglo después de la publicación de esta obra, también fue una alianza entre la Iglesia y la burguesía liberal la que acabó con los derechos de esa mujer que pedía paso y que, en 1931, alcanzó derechos como nunca antes gracias al sufragio femenino y, por tanto universal.

Don Álvaro, ese don Juan, de la España liberal, y don Fermín, desde la iglesia, quieren mostrar su poder sobre la regenta, para así mostrar su triunfo sobre el pueblo. Y la regenta es esa mujer que busca su camino y su derecho: el derecho al propio cuerpo. Algo así ocurre hoy, cuando todos los partidos políticos se arrogan el sueño de la igualdad entre hombres y mujeres; y, con ello, a esa Ana Ozores que solo reclama lo que, para los demás, corresponde de antemano. Solo coqueteando con el feminismo pueden hoy, los partidos políticos, alcanzar el poder. Y lo saben. Otra cosa es lo que, como ocurre en la novela de Clarín, hagan con ello después.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00