Ya no te quiero
Los medios hemos llenado páginas analizando qué está fallando en la lucha contra la violencia machista, pero, si rebobinamos, todo tiene un comienzo
NaN:NaN:NaN
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000005219731/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Les voy a contar una escena. Dos chavales de unos 15 años caminan por una calle del barrio de Retiro de Madrid. Son dos adolescentes de clase media-alta que van discutiendo. Se paran. La chica le dice que ya no le quiere. Él se acerca, la mira despacio, y le pega un cabezazo. Muy fuerte. Un hombre de unos 40 años en la acera de enfrente pega un grito: “Ni se te ocurra volver a tocarla o llamo a la policía”. La chica se pone nerviosa: “Por favor, no hagas nada, que ha sido culpa mía”. Coge de la mano al chico y se va corriendo con él.
El hombre que había tratado de defenderla va con dos niños de dos y cuatro años. El mayor pregunta, muy nervioso. “Papá, ¿por qué ha pegado ese chico a esa chica?”. El padre no sabe qué responder.
La semana pasada fue una semana negra en España: murieron asesinadas tres mujeres y dos niñas, víctimas de la violencia de género. Habían denunciado. Los medios hemos llenado páginas analizando qué está fallando, por qué no se hacen bien las valoraciones de riesgo, si deben cambiar los protocolos, si hay suficientes profesionales… Pero, si rebobinamos, todo tiene un comienzo, un comienzo que puede ser un cabezazo en plena calle. Un cabezazo que un niño de cuatro años no entiende pero que un chaval con solo 10 años más, lamentablemente, ya ha incorporado a su vida.