Matrimonio y tatuajes no combinan bien
Bonnie y Clyde también tienen su historia por separado. El 25 de septiembre de 1926, Bonnie Parker se casó con un compañero de clase y se tatuó el nombre de su marido junto al suyo en un muslo. No fue la mejor idea...
Bettmann (Getty Images)
Todos tomamos decisiones sentimentales erróneas alguna vez. De la misma forma, los tatuajes que nos parecen una gran idea a los 16 años igual no nos alegran tanto la vista a los 40. Nuestra protagonista de hoy probablemente nos gana en los dos frentes.
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Matrimonio y tatuajes no combinan bien
Hoy vamos a hablar de Bonnie Parker. Si por ese nombre no os viene nadie, os diré que normalmente va acompañada del de Clyde Barrow. Efectivamente, se trata de Bonnie y Clyde, la pareja de forajidos más famosa del siglo XX.
Pero hoy vamos a recordar algo que hizo Bonnie el 25 de septiembre de 1926, antes de conocer a Clyde. Ese día, y con solo 15 años, Bonnie se casó con un compañero de clase, Roy Thornton. Y si prometer amor eterno a esa edad os parece mala idea, no os parecerá mejor la celebración que hizo Bonnie de su enlace precoz: se tatuó el nombre de su marido junto al suyo en un muslo.
El matrimonio, para sorpresa de pocos, fue un desastre, con malos tratos de por medio y con Roy acabando encarcelado por robo cuando no llevaban ni tres años juntos.
Poco después de eso, Bonnie conoció a Clyde, y juntos entraron a tiros en los libros de historia.
Ahora, tú que te hiciste un tatuaje del que no estás especialmente orgulloso, puedes mirarlo ahora con más cariño. No será bonito, pero al menos no es un error a tantos niveles como el de Bonnie Parker.
si te has quedado con ganas de más...
