¿Fabricar un nieto con el esperma del hijo muerto?
La reproducción asistida ha abierto posibilidades inimaginables hasta hace unas décadas, dando respuesta a problemas que eran irresolubles
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SAS (SAS)
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Madrid
Una pareja británica decidió fabricarse un nieto con el esperma de su único hijo, muerto en un accidente de carretera. Sin autorización, un urólogo, extrajo y congeló el esperma del cadáver que, un tiempo después, fue enviado a EE.UU. para su fecundación y gestación en un vientre de alquiler. El niño tiene ya tres años. Lo que hicieron, tal y como lo hicieron, no está permitido en Gran Bretaña.
La reproducción asistida ha abierto posibilidades inimaginables hasta hace unas décadas, dando respuesta a problemas que eran irresolubles. Y el avance de las técnicas ha requerido un perfeccionamiento de las leyes para evitar que lo éticamente inadmisible sea posible. Algunos casos - abuelas que desean engendrar hijos que no verán crecer, parejas que conciben a un hijo para salvar a su hermano enfermo, viudas prematuras que desean tener un hijo póstumo – han llevado el debate a sus extremos. Pero lo que ha hecho esta pareja británica, satisfacer a toda costa su deseo de descendencia sirviéndose de un hijo muerto que no había autorizado en vida tal posibilidad, parece que supera lo admisible.