La Diada más extraña y triste

La Diada nacional de Cataluña de hoy es la más extraña de las seis celebradas bajo un Govern soberanista/independentista.

Lo es porque empezó ayer, con una marcha nocturna, plagada de antorchas. Una marcha convocada como un insólito acto oficial en apoyo a los políticos presos y fugados. Una marcha que partidos catalanistas como el PSC y En Comú-Podem no apoyaron, por sectaria.

Es extraña porque se celebra a Parlament cerrado, por causa de las luchas intestinas del secesionismo, entre los de Esquerra y los convergentes. Y porque estas ya se cantan en público. El líder parlamentario de Esquerra, Joan Tardà, denuncia que “si hay algún independentista ingenuo o estúpido que cree que puede imponer la independencia sin tener en cuenta al 50% de los catalanes que no lo son, es evidente que está absolutamente equivocado”. Y todo el mundo sabe a quién se refiere. Y su colega Gabriel Rufián se ceba contra el secesionismo “mágico, que todo el mundo conoce”.

Esta Diada es extraña porque a diferencia de las anteriores varios dirigentes del “procés” están entre rejas, o fuera del país.

Y porque la han precedido, por vez primera, actos de violencia, aunque de baja intensidad, a cargo de los Comités de Defensa de la República. O a cuenta de la batalla por el espacio simbolizada en la tensión sobre los lazos amarillos.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Esta Diada no viene con sonrisas, sino con división y tensiones. Es una jornada triste. Para todos.