Sexo contigo dentro
Ay... qué sería de mí sin mis amores tardíos, a deshoras o simplemente inesperados
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Madrid
Ay… Qué sería de mí sin mis amores tardíos, a deshoras o simplemente insesperados. Sin esos polvos que no me espero, sin ese sexo que imagino primero y planeo después. Qué sería de mí sin esos mensajes de WhatsApp incendiarios o sin esos “Me gusta” de mis redes sociales que yo traduzco como besos en silencio. Soy de las privilegiadas que eligen cuando cambian de compañía y de las habituales a no consentir que nadie se imponga. Quiero aprender mucho de todo el sexo que pueda suceder. Quiero escuchar propuestas ajenas, iniciar una etapa en la que me acompañen y guíen.
A ver cómo le explico si no a los míos que voy a ir a la próxima cita sexual que acontezca. Y que sea lo que sea que tenga que ser, prometo que será. Porque tenemos derecho a tener el sexo que más felicidad nos reporta. Tenemos la obligación de buscarlo. Tenemos el beneficio de encontrarlo. Han sido demasiados años engañándonos, soportando y aguantando al amante que no queríamos o no reconociendo al que deseábamos.
Ay… Qué sería de mí sin mis amores tardíos, a deshoras o simplemente inesperados. ¡La de relaciones que he tenido en las que sobraba uno de los dos y no era yo!
Ay, qué contenta estoy de que, a partir de esta noche, empezamos de nuevo. Volvemos al punto de partida con las mismas ganas de siempre, con mucha más fuerza que las primeras veces.
Ya no tengo ninguna duda de que lo mejor de la vida y el sexo vuelve a ser posible porque este sexo que yo tengo siempre es… contigo dentro.
