"La nostalgia es reconfortante"

Hoy reflexionamos con nuestros colaboradores María Galiana y Carlangas sobre la nostalgia. El debate está asegurado porque en esta primera cuestión ya tienen respuestas divididas: mientras Galiana asegura que no es nostálgica, Carlangas sí lo es. Aunque al mismo tiempo se hace una pregunta: ¿sentimos nostalgia respecto a lo que vivimos o a querríamos haber vivido? Para profundizar acerca de este sentimiento viajamos hasta la última década que ambos han compartido: los noventa. En este decenio tuvieron lugar acontecimientos vitales para la historia de nuestro país: como el final de los Gobiernos socialistas, los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, la Expo de Sevilla o el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. También nos planteamos hasta qué punto ese periodo de tiempo, del que ya existe suficiente distancia, nos ha influido social y políticamente en el país que somos en el presente. A la charla se une Eduardo Maura, autor del ensayo «Los 90. Euforia y miedo en la Modernidad Democrática Española» que se ha dado cuenta de que esta década «se ha estudiado muy poco» y reconoce haber tenido problemas para encontrar referencias acerca de los acontecimientos acaecidos en nuestro país entre los años 1989 y 2007. En su libro Maura ha querido destacar como idea principal que la de los noventa era una España modernizadora en la que la euforia convivía con el miedo y ha analizado los hitos que marcaron el decenio. Entre ellos, que el ahora Rey Felipe VI fuera el abanderado de España en Barcelona 92 o el Crimen de Alcàsser: «interpreto Barcelona 92 como una paradoja en la que está la fuente de legitimidad nueva de una Monarquía y por otro, el comienzo de la saga Urdangarín». Sobre el segundo acontecimiento que menciona dice que fue «el descubrimiento de nuestra vulnerabilidad». Por último, hablamos con nuestros dos colaboradores de cómo cada vez más prima lo virtual sobre lo presencial en los servicios de atención al cliente. Un ejemplo son los bancos. Mientras Carlangas pertenece a esa generación que hace sus operaciones por internet, María Galiana prefiere ir a las sucursales. De hecho, Galiana se ha dado cuenta de que en los bancos y en todo, a día de hoy la idea es prescindir del trabajo de la gente, algo que le produce «una indignación tremenda».