Fuego y chinchetas
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Diario de la gira de Belako (I)

Bilbao-Londres-Manila

Así vivimos nuestros tres conciertos en el festival Finsbury Park y la gira por Filipinas

Belako, en Manila. / GIN MUSICA

Belako, en Manila.

Bilbao

Somos Belako, un grupo de Bilbao formado por Josu y Lore Billelabeitia, Lander Zalakain y Cris Lizarraga. En febrero sacamos Render Me Numb, Trivial Violence (2018), nuestro tercer disco, y los de Fuego y Chinchetas nos han pedido que escribamos un diario de la gira.

Lo que sigue es un resumen de lo vivido, viajado y tocado en las últimas semanas. Primero, tres días seguidos en el festival londinense Finsbury Park, y luego varios conciertos en Filipinas. Iremos actualizando este diario a medida que avance el verano, tanto aquí como en la sección Chinchetas Tour del A Vivir.

29 de junio

Llegamos al apartamento de Finsbury Park justo para instalarnos, comer algo y vamos andando al recinto (estamos a menos de cinco minutos). No da tiempo más que a un chequeo rápido de líneas y a tocar seguido. Es un puntazo tener representación familiar entre el público (Marta y Kepa) porque el ambiente está muy marcado por el cabeza de cartel, Liam Gallagher, hooliganeo a tope, pero el recibimiento es bueno. Vemos el bolo de Dream Wife, con las que habíamos coincidido ya en el FIB, y comentan también lo raro que se les hacía tocar delante de un público mayoritariamente masculino. Josu se reencuentra también con DMA's con quienes tocó en Donosti (junto con su otro grupo, Lukiek). Fundamental mencionar a Sophie, una voluntaria que curraba allí y a la que le toca ser nuestra guía el primer día, nos cuida un montón y nos llevamos de lujo con ella. La verdad es que, en general, currantes y seguratas, muy amables.

30 de junio

Al abrir el segundo escenario a la 1 del mediodía, nos da tiempo a hacer prueba de sonido, lo cual siempre es de agradecer. Para este día rescatamos el setlist del Vive Latino, 30 minutos a cholón con nuestros temas más guitarreros, y es un acierto. Con el calorazo que hace estos días pensábamos que no habría gente pero es aparecer en el escenario y ver a la gente levantarse de la sombra de los árboles y venir hacia las primeras filas. Una actitud muy respetuosa y poco habitual. Ahí sí que lo pasamos de la ostia y toca ir a comer con los deberes hechos y contentas.

Somos el primer grupo que hace doblete en Finsbury Park, así que lo del triplete ya era algo muy tocho. Notamos que la gente muestra bastante interés por nosotras sin conocernos, tenemos ganas de ver qué pasa mañana en el escenario principal. En los camerinos nos encontramos con Miles Kane (The Last Shadow Puppets), que parece estar en modo cháchara on, y después de dos gracietas aprovechamos para pasarle un disco. Seguido llegan Hinds con las que no hemos coincidido hasta ahora y estamos un rato hablando con ellas antes de su conci. Después vamos juntas a ver a Iggy Pop pero estamos demasiado lejos y el sonido no acompaña. Volvemos a casa con ansia del tercer día.

1 de julio

Belako, en Finsbury Park.

Belako, en Finsbury Park. / GIN MUSICA

Belako, en Finsbury Park.

Belako, en Finsbury Park. / GIN MUSICA

De nuevo con derecho a prueba por abrir escenario, pero esta vez en el más grande que hayamos tocado hasta ahora. La atmósfera es otra, en general los tres días se desarrollan con mucha puntualidad pero ahí sí que va todo al dedillo. Impone tocar en un bicho así pero desde la prueba ya hay gente así que para el bolo salimos con todo. Usamos el reper del día anterior con alguna modificación, aunque sea en media hora queremos enseñar temas distintos entre sí que a la vez sean valores seguros en directo. La respuesta es cojonuda, así que al acabar vamos todo felicianas a comer y después vemos desde ese cacho escenario el bolo de The Vaccines. Es una salvajada ver ese volumen de público coreando y bailando, ésta es la primera vez que estamos en un festi inglés y encima de estas dimensiones. La gente de la organización y producción parece muy contenta con nosotras y ya nos movemos como Peter por su house, así que da pena decir agur, especialmente a Sophie. ¡Ojalá la veamos pronto!

2 de julio

Odisea aeroportuaria de Londres a Estambul, y de Estambul a Manila. Llegamos de noche y Álvaro, nuestro anfitrión y guía, viene a buscarnos con Carlo, el que será nuestro chófer filipino.

3 de julio

Con mucho jet lag salimos del hotel para que nos lleven al Chinatown más antiguo del mundo. El calor es aplastante y muy húmedo, la circulación se colapsa tanto en la carretera como en la acera y tenemos el cerebro frito. Pero estamos flipándolo.

Pillamos fruta dragón, chanclas para la jungla y sombrero de bambú anti nuca abrasada. Vamos a un chino vegetariano muy rico y de ahí a Intramuros, el distrito amurallado y origen de la ciudad. Se agradece el contraste de calma con el bullicio anterior. Volvemos para cenar con Burn y Guillermo. Burn es del grupo de música filipino Talahib, con quienes compartiremos la residencia en la jungla. Tanto él como Álvaro nos acompañan también en las entrevistas y conciertos. Guillermo es la cabeza pensante detrás del proyecto Posporos, y aprovecha para ponernos un poco en contexto. Nos contagian su entusiasmo por la experiencia que nos ofrecen y al final se unen Jaime y Jayvee de Dominus, que junto con un equipo de video y foto (Denvie, Ulasha y Kris) documentarán nuestro paso por Filipinas.

¡Ñam ñam!

¡Ñam ñam! / GIN MUSICA

¡Ñam ñam!

¡Ñam ñam! / GIN MUSICA

4 de julio

Empezamos el día con una entrevista en la radio Jam 88.3. Andie nos recibe en su programa Dazed and Confused con musicota y nos lo pasamos guay hablando con ella. Grabamos un par de saludos de estos en los que no podemos dar más pena pero de los que no nos libramos en los medios de comunicación. De ahí vamos a unas conferencias sobre la industria musical filipina. Participan grupos, artistas, productoras, promotoras... De hecho son el país invitado en el Bimepro de este año, así que es interesante escuchar ciertos debates in situ. Con comida local incluida, siguen las conferencias y después fiesta en un ferry atravesando la ciudad por el río Pásig. En las orillas se congrega la población más pobre de Manila, un contraste terrible entre favelas y rascacielos. Al acercarnos al centro nos llevan en un buseto típico de allí llamado jeepney, que si el calor es aplastante de por sí, de paso te aplasta la gente para sentarse como en una lata de sardinas.

5 de julio

Vamos con el equipo de vídeo a una cantina filipina. Lore y Lander piden comida para un ejército sin querer y Josu y Cris consiguen un plato sin carne ni pescao. Aprovechamos para seguir con el enganche serio que llevamos con los fresh bukos, los cocos gigantes para beber y luego degustar. Toca ir a Manila Bulletin, una antigua redacción de prensa con radio/televisión que nos abre sus puertas y nos entrevista durante un buen rato. Ese día tocamos en acústico con retransmisión en directo incluida y estamos cagaus. Elegimos unos temas que ensayamos a contrarreloj en la furgoneta. Burn le ha regalado a Josu un mini hegalong (instrumento de cuerda tradicional filipino) que con el permiso de nuestros anfitriones, suena muy bien para Over The Edge. Por lo demás está claro que los acústicos no son nuestro fuerte pero pasamos un buen rato al final.

6 de julio

Josu, gozándolo.

Josu, gozándolo. / GIN MUSICA

Josu, gozándolo.

Josu, gozándolo. / GIN MUSICA

Porfin llega el día de tocar con nuestro formato habitual en la famosa sala XX XX de Manila, un espacio de disposición sorprendente pero brutal. Empiezan She's Only Sixteen, y a nosotras se nos plantea un bolo de lo más accidentado, con cuerda rota y sampler desvariando incluidos, lo que hace que no estemos muy cómodas, pero aguantamos el tipo y el feedback es muy bueno. Al acabar, de cháchara con Andie y Guillermo. Jaime se ha ganado el mote de selfieman porque va por su selfie 894 con nosotras y con quien pille cerca. Esta noche descubrimos el temazo Magasin de Eraserheads, los Beatles filipinos.

7 de julio

Road trip a Bangkong Kahoy. Un cambio radical de paisaje y de clima. Vamos a pasar un par de noches en ese valle perdido en medio de la jungla, un entorno paradisíaco. Nos reciben con su café recién hecho (especialidad de la casa) y jugamos un rato con las hijas de las trabajadoras. Como anochece pronto, cenamos a la llegada del grupo Talahib. Aquí las comidas son espectaculares, todo un despliegue de productos de la tierra y cantidades ingentes de arroz (la parte vegeta está encantada). Comienza la introducción a los instrumentos tradicionales filipinos con los djembes. Lander se las está gozando y Josu y Lore lo dan todo (tanto que a Lore le siguen doliendo las manos a día de hoy) mientras Cris y Sergio observan desde la distancia prudencial documentándolo todo.

8 de julio

Concierto en plena selva filipina.

Concierto en plena selva filipina. / GIN MUSICA

Concierto en plena selva filipina.

Concierto en plena selva filipina. / GIN MUSICA

Madrugón para desayunar (más arroz y los mejores mangos del mundo) y empezar con movimientos de danza tradicional que tenemos que admitir nos deja baldadas. Más clases de instrumentos y jam session. Componemos un tema juntas sobre Bangkong Kahoy en apenas dos horas y cada grupo da un concierto into the wild y sin público. No sabemos cómo sonará pero la experiencia fue increíble, sobre todo al acabarla tocando un total de 13 músicos el nuevo tema en inglés-filipino. La familia de Bangkong Kahoy Valley nos despide con un baile tradicional y una cena sin cubiertos sobre hojas de platanero. Ponemos en práctica la mano-pala (o excavadora) y nos ponemos las botas. Esa noche podríamos haber grabado un documental de insectos descomunales.

9 de julio

Los grupos y el equipo vamos a pasar el último rato juntas en el Lago Pandin. Con barquitas de bambú que desplazan las currelas tirando de cuerdas de punta a punta, te dejan en medio del lago para bañarte con casi 200 metros de profundidad. Un sitio precioso y tranquilo para despedirse. Por supuesto las barcas llenas de comida y hacemos grandes mejoras en nuestra técnica de comer con las manos. Disfrutamos también de nuestros últimos bukos. Debemos volver a Manila, la despedida es muy emotiva, y no podemos estar más agradecidas. Ahora nos esperan 24 horas de odisea aeroportuaria.

 
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