¿Espectadores o borregos?
Lo de ayer supera toda informalidad, es una falta de respeto por parte de quien considera a los telespectadores meros borregos
Madrid
Tele 5 dejó ayer con un palmo de narices a los seguidores de la serie La verdad después de haber anunciado a bombo y platillo el penúltimo capítulo de la temporada, incluso durante el partido que enfrentó a Inglaterra y Colombia. La espera se alargó por la prórroga, los penaltis y el pospartido, durante el cual aún se anunciaba que la emisión se iba a producir “a continuación”. Poco antes de la medianoche y a través de un tuit, la cadena comunicó que lo de ver el capítulo de estreno, ya tal… y como consuelo reemitió el precedente.
Ya sabemos que puntualidad y prime time televisivo son conceptos antitéticos. Que las televisiones, en general, incumplen los compromisos con su audiencia a base de cebos que envuelven paquetes publicitarios. Pero lo de ayer supera toda informalidad, es una falta de respeto por parte de quien considera a los telespectadores meros borregos. La lógica indignación de los engañados la verbalizó el protagonista de la serie, Jon Kortajarena, que se mostró “avergonzado y frustrado”, ofreciendo las disculpas que correspondían a otros. El sainete produjo dos paradojas propias de este tiempo. La no emisión del capítulo convirtió La verdad en tendencia en las redes y la buena audiencia del pospartido, más de dos millones de espectadores, seguramente engordó gracias a muchísimos espectadores indignados a los que, la verdad, el fútbol les interesa un pito.