Ataques de nervios
Déjense de vainas y al loro: ¿quieren que siga Mariano Rajoy con todos sus cuates del partido corrupto hasta las cachas o quieren que se vaya? Es muy fácil: Sí o no
Madrid
Andan muy revueltos los contorsionistas de la política patria en esta víspera de la madre de todas las mociones, empeñados en un ridículo más difícil todavía que da mucha risa al respetable. Cospedal, desatada, engarza mentira sobre mentira, con tan poco respeto por los ciudadanos como por su cargo, embarcados todos los dirigentes de su partido en un viaje a ninguna parte con la mentira como única tabla salvavidas. Una vergüenza.
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Rivera dice cosas, a cual más chusca, y suelta nombres como Jauregui o Redondo, pirueta chocarrera, que más parece una broma de colegio mayor que la propuesta de un político crecidito. Iglesias, tras jurar su apoyo irreductible a Sánchez, ayer se ofrecía para un gobierno de coalición, se supone que con él de vicepresidente, que no sé si recuerdan la gansada de hace dos años, acompañada de la insidia de que el socialista debería irse si pierde la moción, y no como él, que ahí sigue tan telendo después de perder –estrepitosamente- otra moción. Cara de cemento.
Tampoco hagan caso del Ibex y la mentirosa recuperación económica, espantajo de la derecha que ya no asusta a nadie. ¿Y los nacionalistas? Entretenidos con la margarita. Déjense de vainas y al loro: ¿quieren que siga Mariano Rajoy con todos sus cuates del partido corrupto hasta las cachas o quieren que se vaya? Es muy fácil: Sí o no.