¿La jueza Alaya acusa o difama?
Si lo que dice Alaya es cierto, estaríamos ante una insoportable contaminación en un importantísimo proceso judicial
¿La jueza Alaya acusa o difama?
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Madrid
La jueza Mercedes Alaya, instructora durante años del caso de los ERE de Andalucía, denuncia en una entrevista en ABC presiones políticas y judiciales, maniobras del gobierno andaluz para torpedear su causa y pactos políticos entre el PP y el PSOE para forzar su apartamiento de la instrucción de la causa a través de un CGPJ politizado, para concluir que la independencia del poder judicial en España no está amenazada pero sí aquejada de una grave enfermedad.
La entrevista es un desahogo en toda regla. Y aunque muchas de estas acusaciones se formulan como meras suposiciones basadas en apreciaciones personales y habrían requerido otro cauce para formularlas, son de tal gravedad que merecerían respuesta adecuada por parte de los señalados. Porque si lo que dice Alaya es cierto, estaríamos ante una insoportable contaminación en un importantísimo proceso judicial. Y si es falso, su relato acusador quizás merecería sanción o la inhabilitación para el ejercicio de su magistratura en la Audiencia Provincial de Sevilla.
