Contigo dentroContigo dentro
Ocio y cultura

Ese pedazo de orgasmo

Que dice la Tana que lo de sus orgasmos es parecido a lo que nos ocurriera al resto de la humanidad. Solo que ella no sabe fingir. Y claro, se le nota todo mucho...

Getty Images

Madrid

Sería incapaz de recordar cuándo, cómo y con quién tuve mi primer orgasmo. Me gustaría decir que el primero ocurrió conmigo misma, que fui yo intentado satisfacer mi deseo quien descubrió el caminito amarillo hasta el Mago de Oz de mi disfrute. Pero no puedo. Sospecho que aprendí poco a poco, como la mayoría, si acaso empeñándome en descubrir más que constatando. La primera mano que tocó mi pecho fue la de una compañera de colegio que debía de tener las mismas dudas que yo. Pero quisimos que sucediera, aunque ambas apenas teníamos pequeños montículos que ansiaban emerger en nuestro cuerpo. Se trataba de descubrir y de demostrarnos mutuamente el cariño; poco más se le puede pedir a una adolescencia emergente, en la que siempre crees que eres mayor de lo que realmente eres.

La primera incursión entre mis piernas llegaría años después. Teníamos más años, menos medios y muchísimas más ganas. Soy de las que se enredó con uno que quisiera aprender a la vez. Juntos nos descubrimos; juntos aprendimos. Comprobando que las manos podían llegar hasta todos los rincones del cuerpo del otro, descubriendo cómo perfecciona la técnica conforme se tengan cada vez más ganas. La primera vez que aquel chico metió su cabeza entre mis piernas mientras me acariciaba los muslos por la parte interna, creí que explotaría. Jamás de los jamases me habían querido tanto, si es que a los diecisiete años se me podía querer aún más. Puede que aquel no fuera mi primer orgasmo pero sí abrió la posibilidad de que llegaran muchos más.

Admito que soy escandalosa, que se me nota mucho cuando soy feliz. No aprendí a disimular pero, a cambio, aprendí a no fingir. Todos y cada uno de mis orgasmos se manifiestan en esa desbordante proporción que tanto imaginan. ¿Y saben qué? Desde que me permito el lujo de disfrutarlos, ya no soy la misma.

Ahora hasta me da por pensar que, también en este polvo que queda por ganar, conseguiré ese pedazo de orgasmo.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00